martes, 6 de marzo de 2012


 


Entrevista a
Antonio Citterio  
 Diseñador y arquitecto


—¿Cómo afecta la crisis económica al sector del diseño?
La crisis económica se siente y mucho, pero ya había golpeado el sector de la casa. Desde hace algunos años se comenzaba a percibir una reducción en el consumo de los objetos para el hogar. Esta crisis ha servido al consumidor para pensar mejor en cómo invertir el dinero, ha servido para que la gente deje de comprar cosas absurdas. En el sector del diseño y el de la moda hemos llegado a un punto en el que hay que poner un límite a tanta exageración de cosas inútiles que andan circulando en el mercado. Esta crisis ha servido para poner límites, sobre todo mentales.

—¿Cómo evalúa las propuestas de la arquitectura y el diseño contemporáneos?
—La arquitectura y el diseño están muy ligados. Veo un aumento de cualidad integral en la generación actual de arquitectos y diseñadores, pero no creo que el nivel sea alto. Mi generación tenía como profesor a Castiglione, uno de los grandes maestros del diseño italiano, que además creaba pocos productos, todos muy bien hechos. Existía un profundo respeto por el producto hecho por los otros. Actualmente, en cambio, existe mucha ignorancia y todos se terminan copiando unos a otros. Hoy, la aproximación al diseño se da copiando. Se copia, se copia... Seguramente se ha alzado el nivel del diseño, pero no el nivel de moralidad. Se copia descaradamente, sin miedo.



—Su diseño es copiado en todo el mundo. ¿Qué siente?
—Ikea copia muchos productos míos. Figúrese, mi mujer recientemente compró las camas y los armarios de las habitaciones de mis hijos. ¿Y sabe dónde? En Ikea. Era una copia idéntica de un prototipo diseñado por mí en los 70. Por principio ético no compro nada en Ikea. Le pregunté a mi mujer (también es arquitecta) por qué había comprado allí, precisamente copias de mis trabajos, y me dijo que costaban poco. Me molesta mucho cuando me copian. Ellos copian sin ninguna ética. Es que carecen de identidad




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—¿Y qué sucede con el derecho intelectual del diseñador?
—Pues no existe. En China han copiado hasta un catálogo que vende productos diseñados por Citterio. Es todo falso. Seguirán copiando porque no encuentran su propia creatividad. Copiar es como robar, porque ganan un montón de dinero. Es inútil que me enoje con los chinos. En el campo de diseño no puedo hacer nada al respecto, pero sí explico a mis dos hijas que no deben “bajar” gratis música de Internet, porque hay que respetar el derecho intelectual.

—¿Cuáles son sus nuevos desafíos personales en el ámbito del diseño?
—Soy uno que se siente siempre atraído por la búsqueda de nuevos objetos, que sean un reto intelectual, y que de alguna manera se conviertan en un símbolo de una época. Ejemplo: el último tapis roulant, para la empresa Technogym. El resultado ha sido un objeto de entrenamiento personal con propiedades olímpicas. El diseño es contemporáneo, los materiales son el vidrio y el aluminio. Para llegar a tal resultado hubo todo un proceso de investigación y de pruebas de nuevos materiales, realizado con un equipo de trabajo. Si uno diseña sin ningún tipo de investigación las cosas salen mal. El diseño es la evolución de las cosas que nadie ha tenido el coraje de decir. Para crear objetos útiles y novedosos hay que concentrarse en la investigación industrial y en la innovación. Y es esto lo que me entusiasma. No me interesa proyectar una silla que no presente nuevos elementos. Debe haber siempre innovación tecnológica, así es posible crear algo diferente, como el nuevo tapis roulant, del cual me siento muy orgulloso.


1 comentario:

  1. Estic d'acord en que la crisi ha afectat molt en aquest sector de l'arquitectura i del diseny, i encara diría més, crec que aquest sector es dels que més ha patit degut a la crisi ja que la crisi sobretot ha afectat al secotr inmobiliari, i la part de arquitectura està molt relacionada amb el sector inmobiliari.
    Per altra banda, com diu aquest article, la crisi ha servit per "frenar" el diseny i l'arquitectura, jo recordo haber vist moltes obres d'art per posar dins de les cases, i moltes d'aquestes obres no eren pràctiques, com per exemple: cadires que eren impossible de assentar-si, sofas molt bonics pero incòmodes... i crec que l'art del diseny de mobles i de l'arquitectura també ha de estar relacionat amb la funcionalitat que té, sino, en la meva opinió, no val massa la pena, a no ser que sigui una peça merament decorativa.

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